domingo, 27 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte 9.

 - No sé lo que somos, pero la verdad es que prefiero no poner etiquetas a nada, lo que tiene que venir vendrá, no quiero hacerme ilusiones con nada, no otra vez- dije seria mirando a Elena.
 - Entiendo, no quieres que vuelva a pasar lo mismo que con Mike, ¿verdad?- me dijo acariciándome la mano.

Asentí y las dos nos miramos nos necesitada de decir nada más, me abrazó con cariño, la verdad es que eso era lo único que necesitaba ahora mismo, el apoyo de mi mejor amiga.
Fuimos al salón donde estaban todos, estaban sentados en el sofá y por lo que parecía a Andrea le estaba cayendo muy bien Justin.

Los chicos se fueron por la noche y nos quedamos Justin y yo solos otra vez en esa casa.

 - Eli, ¿qué quieres para cenar?- preguntó sentándose a mi lado.
 - Algo que no hayas cocinado tú, por favor- riéndome.
 - Eres muy graciosa, ¿no?- dijo acercándose a mí, mirando mis labios.
 - Sí... me lo suelen decir mucho- dije sintiendo sus labios en mi cuello.
 - ¿Ahora no te ríes?- preguntó volviéndome a dar un beso en el cuello acercándose a mi boca.
 - Mmm... creo que ahora tengo ganas de otra cosa- dije notando como poco a poco mi boca se secaba.
 - Ven- dijo cogiéndome de la mano llevándome a su cuarto.

Asentí sin decir ninguna palabra, sabía lo que iba a pasar y un cosquilleo en mi interior empezó a formarse incluso antes de que él me tocara.
Me senté en la cama mirándole fijamente sin decir nada. Se acercó a mi cuello y empezó a besarlo empujándome hacia atrás para tumbarme del todo en la cama.
Jadeé sin poder evitarlo, me quitó la camiseta y empezó a besar mi clavícula. Mi sujetador acabó tirado encima de la cama. Sentí como sus manos acariciaban mis pechos notando como mis pezones se empezaban a endurecer al sentir el dulce y agradable tacto. Mordió mi labio inferior y dejé entrar su lengua en mi boca empezando a jugar con ella. El beso lento se convirtió en un beso rápido y con ganas de más. Los boxers que me había puesto habían desaparecido, noté como uno de sus largos dedos entraba dentro de mí y como empezaba a jugar en mi interior sacándolo una y otra vez. Se quitó lentamente la ropa sin dejar de mirarme fijamente a los ojos.

 - Nena esta vez te lo haré un poco más rápido, si te duele dímelo- dijo dándome un casto y rápido beso.

Asentí sin decir nada, por un segundo mi vista fue a parar a su entrepierna, abrí los ojos con asombro sin poder creer el tamaño que tenía, quité la mirada avergonzada y noté como se reía entredientes al ver mi reacción.
Me tumbó de nuevo en la cama y lentamente empezó a entrar en mí, al principio iba muy despacio dejando que me acostumbrara a la sensación, pero después empezó a empotrarse cada vez más rápido dentro de mí.
Me faltaba poco para llegar al climax que tanto estaba buscando y notaba que a él también le faltaba poco.
Minutos después Justin se tumbó a mi lado con una respiración acelerada, le miré y vi como en su cara había gotas de sudor por la frente y por las patillas, estaba jodidamente sexy de esa manera.

 - Ven- dijo abriéndo su brazo para que me tumbara a su lado.
 - Estoy muy cansada- dije acurrucándome a su lado.
 - Normal, soy un máquina en la cama- dijo haciéndose el creído.
 - Oh bueno, cuidado que estamos hablando con Justin Bieber, el humano más perfecto del mundo- dije con un tono irónico.
 - Esto no ha hecho gracia- dijo serio mirándome.
 - Oh vamos tengo razón eres perfecto, me encantas- dije sincerándome dándole un beso en la mejilla.

Me abrazó fuerte a él y los dos nos dormimos en un profundo sueño dejando paso a nuestra imaginación vagar por nuestra mente.

Me desperté cuando el sol empezó a molestarme, no había nadie a mi lado, me levanté y me puse a buscar en la maleta de Justin unos boxers, no creo que le molestara al fin y al cabo seguro que tiene millones.
Entré al baño, me aseé de la manera más rápida posible y fui a mi cuarto a vestirme.
Cogí de la maleta una camiseta negra que ponía con letras rosas "Dreams come true", me puse unos shorts negros rasgados por los bolsillos y mis Adidas negras. Me hice una trenza de espiga y bajé buscando a Justin por todas partes. Escuché ruido en la cocina  y me dirigí ahí.

 - Oye Justin me he puesto unos de tus boxers espero que no te...- dije quedándome callada.
 - Mmm... hola Eli, ¿qué tal?- preguntó Scooter confundido.
 - Esto... bien, ¿tú cómo estas?- pregunté muy incómoda.
 - Ohh yo bien, un poco sorprendido, pero bien- dijo sonriéndome.
 - Eli, ¿nos puedes esperar en el salón? Scooter y yo tenemos que hablar de negocios- dijo mostrándome una sonrisa sincera.
 - Claro- dije saliendo de ahí lo más rápido posible.

Me senté en uno de los sofás, no tenía nada que hacer, mi móvil estaba por alguna parte, la casa era un completo silencio, solo se oía la voz de Justin hablando con Scooter, no quería escuchar nada de lo que decían, pero un comentario me llamó demasiado la atención.

 - ¿Te la has tirado? 

viernes, 18 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte 8.

Sonreí sin poder evitarlo y acurruqué mi cabeza al lado de la suya aspirando el aroma que desprendía su pelo.

 - Gracias, pero si nos ponemos a hablar de guapos aquí hay uno que me gana- dije riéndome.
 - Oh bueno nena yo soy Justin Bieber, es normal- dijo poniendo voz sexy.
 - Eres un creído, pero eres perfecto- dije abrazándome fuerte a él.
 - No soy perfecto, lo verás cuando llegue el momento, siempre que quieras- dijo serio.
 - Quiero- dije dejándome llevar por mi imaginación.

Bajamos a la cocina y me senté en una de las sillas que había en la barra.

 - Te voy a hacer el mejor desayuno de tu vida- dijo sacando leche de la nevera.
 - Mmm... bueno veremos si es el mejor- dije riéndome de él.

Cogió un bol y sacó un paquete de cereales, vertió la leche, echó los cereales y me dio el bol lleno.

 - Mmm... Justin esto son cereales, ¿este es lo mejor que puedes hacer?- dije riéndome sin parar.
 - Eh es el mejor desayuno porque te lo he hecho yo, además tienes que saber la cantidad exacta para poder hacerlos bien- dijo ofendido.
 - Oh vamos, eso lo puede hacer cualquier, eres un inútil en la cocina- dije riéndome.
 - Puede que tengas razón, pero en la cama soy todo un experto- dijo poniendo la mirada más sexy que había visto en mi vida dejándome sin respiración.
 - Eh... - dije sin saber que decir.
 - Eli tranquila, solo era una broma- dijo acercándose hacia mí, para darme un suave beso. - Pero sabes que tengo razón- dijo riéndose.

Le pegué en el brazo y me hice la seria. Acercó su boca a la mía dándome un beso lento y duradero dejándome sin aliento.
Se alejó de mi dejándome una vista muy buena de su trasero.

 - ¿Qué vamos a hacer hoy?- pregunté intentando aparentar normalidad.
 - He pensado en quedarnos viendo una película, luego vendrán Elena, Javier y tu hermana a pasar la tarde- dijo sonriéndome.
 - No me esperaba que vinieran, no sabía que sabían que estaba aquí- dije sorprendida.
 - Ellos fueron los que montaron todo esto, sin su ayuda no lo hubiera conseguido- dijo encogiéndose de hombros.
 - No me dijeron nada- dije confusa.
 - Esa era la idea, no decirte nada- dije el empujándome de la silla.
 - Os odio- dije mirándole mal.

Nos tumbamos en el sofá y Justin estaba con su móvil escribiendo todo el rato.

 - ¿Qué haces?- pregunté con curiosidad.
 - Estoy contestando a algunas Beliebers, están preocupadas porque no han tenido ninguna noticia de mí- dijo sin dejar de escribir en su móvil.
 - Es normal, te quieren mucho, bueno te queremos mucho- dije intentado quitarle importancia a lo último que había dicho.

Cogí el móvil y entré en Twitter, tenia muchas notificaciones de amigos felicitándome mi cumpleaños, otros me preguntaban donde me había metido en toda la noche y vi uno que me llamo realmente la atención.

          Vía Twitter: Belieber? tú lo que eres una interesada, deja de llamarte algo que no eres, puta                                             @biibii_lokaaxti

Rápidamente contesté a eso.

          Vía Twitter: deja de hablar si no sabes lo que dices,¿ interesada? cuando tú luches por tus sueños                                    entonces puedes llamarme eso, ¿puta? si es lo mejor que puedes decir, cállate.

Cerré rápidamente Twitter, estaba odiando a esa chica con todas mis fuerzas, no podía soportar que la gente me juzgara sin conocerme, ¿qué tiene de malo cumplir tu sueño? soy una chica corriente, no tengo nada de especial y siempre he luchado por todo lo que ha sido importante para mí, ¿qué demonios le pasaba a la gente? ¿envidia? no creo, pero algún día iba a conseguir descifrar el por qué de tanto odio hacía la gente que cumple sus sueños.

 - Eli, ¿pasa algo? estas seria- dijo Justin intentado descifrar lo que me pasaba.
 - No, no pasa nada, es solo que estoy cansada- dije intentado ser creíble.
 - Está bien, dentro de nada van a venir los chicos, ¿qué tal si dejamos la película para más tarde?- dije dijo Justin sin dejar de mirar su móvil.
 - Está bien me da igual- dije escribiendo un mensaje a Elena.

          Yo: ¿dónde estáis?
          Pastelwoman: estamos casi en la puerta, sal a abrir.

Me levanté y me dirigí a la puerta.

 - ¿Qué pasa?- preguntó Justin.
 - Voy a abrir a los chicos- dije abriendo la puerta.

La tarde se pasó realmente rápido, Andrea estuvo todo el rato hablando con Justin, parecía que le empezaba a caer bien, Javier estuvo hablando  con Justin de coches y Elena y yo nos fuimos a la cocina a hacer palomitas.

 - Y bueno. ¿qué paso ayer?- preguntó ella muerta de curiosidad.
 - Mmm... dormí en su casa- dije intentando quitarle importancia.
 - ¿Pasó algo?- preguntó ella sentándose en la silla.
 - Esto... él y yo... bueno... lo hicimos- dije nerviosa.
 - ¿Qué?- dijo ella con la boca abierta.
 - Pues eso... que lo hicimos y...- dije muerta de vergüenza.- Fue un cielo ayer por la noche.
 - Se portó bien, ¿verdad?- dijo ella sonriéndome.
 - Más que bien, no me esperaba mi primera vez así.
 - ¿Qué vais a hacer? osea ahora ¿qué sois?- preguntó Elena bebiendo un vaso de agua sacada del frigorífico.






jueves, 17 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte7.

Mis ojos se abrieron poco a poco y sentí una brazo alrededor de mi cintura, miré hacía abajo y reconocí perfectamente ese brazo tatuado, era el brazo de Justin, me estaba apretando contra él fuertemente y al instante volvieron los recuerdos de ayer por la noche.

" - Justin... yo... tengo un problema- dije mirándole avergonzada. - Soy virgen.
 - ¿Qué? no me esperaba que lo fueras- me miró asombrado.
 - Siempre he estado esperando al chico de mis sueños y que él fuera el primero...- dije mirándole el pecho.
 - Eli... no sé que decir- dijo confuso mirándome.
 - Justin... creo que tú eres el chico indicado, nadie mejor para ser el primero- dije mirando sus ojos marrón claro.
 - ¿Estás segura?- preguntó acariciando mi mano.
 - En mi vida he estado tan segura de algo- dije enseñando una leve sonrisa nerviosa.
 - Está bien, intentaré no hacerte daño- dijo besando mi mejilla.

Se acercó, me beso suave y lentamente, como a mí me gustaba, dejando apreciar el beso. Se puso encima mía y empezó a dejar suaves besos por mi cuello haciéndome jadear. 

 - ¿Estás segura?- volvió a preguntar.

Yo asentí nerviosa.
Me quitó la parte de arriba del pijama dejando desnudos mis pechos. Empezó a besar mi clavícula bajando hacía mis pechos, sentí como mis pezones se endurecían bajo su tacto.
Tenía el pecho descubierto por lo que toqué sus duros abdominales apreciando cada segundo de ese momento.
Me quitó mis pantalones y después sentí como se quitaba también los suyos dejándolo solo en boxers. Se acercó a mi boca, volvió a besarme, pero esta vez no era suave, esta vez era un beso lleno de pasión y deseo de más. Sentí como su entrepierna rozaba la mía y como se endurecía bajo el tacto de mi piel.
Solté un segundo jadeo cuando sus besos bajaron por mi tripa y pararon quitándome la poca ropa interior que me quedaba.
Sentí su mirada en la oscuridad, buscando mis ojos, buscando una aprobación para seguir adelante. Asentí y noté como con sus dedos empezaba a acariciar mi clítoris.
Sentí como uno de sus dedos entraba dentro de mí empezando a jugar en mi interior, sentí un cosquilleo dentro de mi que nunca antes había sentido. Otro dedo entró en mi interior haciendo que el placer aumentara cada vez más.
Vi como se quitaba los boxers, poco a poco sentí como algo más grande entraba en mi interior llenando por completo mi placer. 
Empezó a moverse despacio intentando no hacerme daño, mis ojos no le perdían de vista, su mirada era tan profunda que rápidamente me perdí en ellos sin dudarlo dos veces. 
Los movimientos empezaron a ser cada vez más rápidos, el cosquilleo dentro de mi empezó a convertirse en placer y sentí como necesitaba más y más. Besó mis labios rápidamente sin parar de moverse dentro de mí, sus manos agarraron mi cintura para poder moverse mejor y la acariciaba con sus dedos.
Faltaba poco para dejarme ir, la cara de Justin estaba llena de gotitas de sudor, a él también le faltaba poco para dejarse ir, lo notaba porque sus movimientos habían dejado de ser tan rápidos.

 -¡Dios, Justin!- grité dejándome ir.
 - ¡Joder Elizabeth!- gritó dejándose llevar él también.

Se tumbó al lado mío, me acercó hacía él y me tumbé en su pecho.

 - ¿Te he hecho daño?- preguntó mirándome.
 - Mmm... no creo que no, no me duele- dije con una voz llena de vergüenza.

Sentí como sonreía al mirarme y poco después sentí como se me cerraban los ojos lentamente."

Miré hacia arriba y vi a Justin durmiendo, su cara estaba relajada y su pelo estaba alborotado. Se me escapó una pequeña risita y noté como el cuerpo de Justin se movió a mi lado. Rápidamente cerré los ojos e intenté hacerme la dormida.

 - ¿Eli, estás dormida?- preguntó con una ronca voz debido a que se acababa de despertar.
 - Mmmm... sí- dije intentando contener la risa.

Se levantó rápidamente sin decir nada y se metió al baño que había en la habitación. Yo no sabía que hacer, estaba complemente desnuda y confusa, ¿por qué se había metido sin decir nada?. Ajusté las sábanas a mi cuerpo, me levanté y me encaminé hacía mi cuarto. Cuando ya estaba casi en la puerta oí como la puerta del baño se abría, Justin saliendo de ella y acercándose a mí a darme un casto beso en los labios.

 - ¿A dónde vas?- preguntó profundizando su mirada.
 - Voy... voy a mi cuarto a vestirme... esto... ahora vuelto- dije nerviosa por su mirada.
 - Está bien, te espero abajo en la cocina- dijo dándome un beso en la frente.

Cuando entré en mi cuarto solté un gran suspiro de alivio y me encaminé hacía la maleta que había dejado en el suelo la noche pasada. La abrí y para mi sorpresa faltaba una cosa muy importante, ropa interior.

 -¡Mierda!-solté maldiciendo.

Me ajusté otra vez mi sábana y bajé a la cocina con ella.

 - ¿Eli aún no te has vestido?- preguntó confuso mirando mi cuerpo cubierto.
 - Mmmm... hay un pequeño problema- dije nerviosa mirando al suelo.
 - ¿Qué pasa?- preguntó acercándose a mí.
 - Mmm.. esto...- dije lamiendo mi labio inferior. - No hay ropa interior en la maleta.
 - Oh- dijo con asombro. - No había pensado en eso, ¿quieres que te deje un boxer mío?
 - Te lo agradecería mucho- dije aún nerviosa.

Subimos a su cuarto y abrió una maleta el doble de grande que la mía. Sacó unos cuantos boxers de muchos colores.

 - Elige- me dijo mostrándome los boxers.
 - Mm... quiero los morados- dije cogiéndolos.

Salí de su cuarto y me fui otra vez al mío, intentando esta vez poder vestirme correctamente. Me puse una camiseta de tirantes básica de color azul marino, unos shorts negros y unas sandalias.
Me hice una coleta alta y me fui hacía la ventana para ver las vistas que había por ella. Desde ahí se podía ver un poco de mi tejado, estábamos cerca de casa.
Sentí como alguien me abrazada por detrás y me daba un suave beso en la cuello.

 - Elizabeth Collins, estas preciosa- dijo dejándome sin aliento.


sábado, 12 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte 6.

Estuvimos un rato andando en silencio hasta que llegamos a una gran casa blanca. Había visto muchas veces aquella casa pasando con el coche y la verdad es que no entendía que hacíamos ahí.

 -¿Qué hacemos aquí Justin?- pregunté confusa mirándole fijamente.
 -Pues estamos en lo que será nuestra casita en las próximas 48 horas, la he alquilado para pasar aquí tu cumpleaños- dijo sonriendo sacando su famosa y encantadora sonrisa.
 -¿Qué has hecho qué?- grité sorprendida.
 -No quería llevarte a ningún hotel, no quería que nadie supiera donde estamos y creo que este es uno de los pocos lugares en los que podemos escondernos por algún tiempo- dijo abriendo la puerta de la casa.
 - Wow, eres increíble, no me puedo creer que hayas hecho esto- dije mirándole a los ojos maravillada.

Entramos en la casa, Justin encendió la luz del pasillo y me llevó al salón. El salón era acogedor, una chimenea, una mesa baja blanca y alrededor dos sofás de cuero blanco. Encima de la mesa había una botella de champán acompañada de dos copas a su lado. Me llevó ahí y me hizo sentarme.

 -Justin esto es...- dije mirando alrededor mía. -Es maravilloso, eres maravilloso y.. yo.. te quiero mucho.

Él no dijo nada, solo me miró y sonrió. Cogió la botella, la abrió y sirvió un poco de esa bebida espumosa en nuestras copas. La noche pasó tranquila, estuvimos hablando de todo lo que habíamos estado haciendo desde que nuestro caminos se separaron, le conté lo ocurrido con Eric, él me contó los nuevos rumores que inundaban su vida, hasta que sentí como mis ojos se cerraban poco a poco.

 -Eli te estas durmiendo, venga vamos a la cama, mañana nos espera un día muy largo- dijo levantándome del sofá.
 -No quiero dormir, quiero quedarme hablando contigo- dije haciendo un pequeño puchero.
 -Venga mañana tendremos todo el día- dijo riéndose de mí.

Me llevo a una habitación, encendió la luz y vi como encima de la cama había una pequeña maleta.

 -En este cuarto vas a dormir tú, te he comprado alguna ropa para hoy y mañana, me voy a dormir pequeña- dijo dándome un beso en la frente y dejándome sola en el cuarto.

Abrí la maleta y pude encontrar un pijama rosa, me vestí rápido y me metí en la cama e intenté dormir. Estuve dando vueltas, pero no podía dormirme, no estaba acostumbrada a dormir sola en una cama desconocida y la verdad es que tenía un poco de miedo.
Salí de la habitación y me encaminé hacía el pasillo.

 -¿Justin?-pregunté entrando en una habitación.
 - Eli, ¿qué pasa?- preguntó confuso levantándose de la cama.
 -Mmm... no puedo dormir sola, ¿puedo dormir contigo?- dije en un susurro.
 -Claro, ven aquí pequeña- dijo haciendo sitio en su cama.
 - Gracias- dije tumbándome a su lado.
 - Eli, te quiero decir una cosa- dijo Justin con un poco de nerviosismo en su voz.
 - Dime- dije mirándole con curiosidad.
 - Después de estar con Selena, había dejado de creer en el amor, había dejado de creer en que mi corazón volvería a palpitar con la misma intensidad con la que lo hacía cuando veía a una persona querida- dijo mirándome con intensidad.
 -Justin, yo...- dije nerviosa.
 -No, espera, déjame terminar, quiero decirte esto- dijo poniendo su mano en mi boca. -Puede que esto suene irónico y también puede que no te lo creas, pero estando té cerca me siento una persona normal, una persona a la que no le siguen millones de paparazzis, me siento una persona capaz de formar un futuro con alguien a la que quiere y creo que tú eres era persona, puede que esto sea muy precipitado, pero tengo ese presentimiento, tú, me gustas... mucho.

No sabía que decir, mi cara ahora mismo era un poema, estaba en shock, no me podía creer que esas palabras hubieran salido de la boca de Justin.

  -Justin, no...no sé que decir, tú también me gustas - dije nerviosa.

En ese momento pude sentir el aliento de Justin cerca del mío, sus ojos marrón claro acercarse cada vez más a mi cara, sentí sus suaves y carnosos labios chocar lentamente con los míos con un beso casto. Me acerqué rápidamente a él y cogí su cuello con mis dos manos y bese esos labios que había estado deseando  y añorando tanto tiempo; había olvidado lo bien que sabían, había olvidado lo bien que besaba y sobre todo había olvidado como palpitaba mi corazón al sentir su tacto por mi cuerpo.

 -Déjame hacerte el amor- dijo con una respiración entrecortada.
  

Capítulo 3. Parte 5.

20 de septiembre, abrí mis ojos dejando que la luz de mi habitación entrara en ellos, se suponía que hoy era un día especial, hoy cumplía dieciocho años, pero la verdad es que no me sentía especial. La puerta se abrió y saqué más mi cabeza para sentir el beso de Elena, pero no era Elena, para mi sorpresa, era mi hermana.

 -Buenos dias perra, ¿qué se siente al ser un año más vieja?- dijo Andrea abrazándome fuerte.
 -¿Cuándo has llegado, por qué no me has dicho nada?- pregunté dándole mil besos por la cara.- Y me siento bien dado que tu eres más mayor que yo por dos años.
 - Llegué hoy por la mañana, era una sorpresa de mamá, hemos estado todos los días hablando de que regalarte y mamá dijo que yo podía ser el mejor regalo, ¿cómo estas? he visto las noticias- dijo sentándose en mi cama.
 - Pues Andrea estoy bien, yo misma he entrado en la boca del lobo , así que yo misma tengo que salir, sólo tengo que afrontar mis actos- dije un poco seria.
 - Bueno no quiero hablar de eso ahora, hoy va a ser un día feliz, venga, vístete que tenemos que ir a un sitio- dijo levantándose de la cama.
 - ¿Adónde vamos?- pregunté confusa.
 - Es una sorpresa, pero ponte algo cómodo- dijo saliendo del cuarto.

Me levanté y me metí en la ducha. Salí de ella con el pelo mojado, para ser septiembre hacía mucho calor. Me puse unos shorts con la bandera de Londres, una camiseta de tirantes blanca con el texto " Love, sex & drugs", me puse mis Adidas negras; un poco de base, rimel, gloss y ya estaba preparada.

Abajo me esperaban Andrea, Elena, Javier y mi madre, estaban todos mirándome con una gran sonrisa. La primera en acercarse fue mi madre y me dio un gran abrazo, luego Javier y por último Elena.

 -Felicidades Cereza, espero que siempre recuerdes este día- dijo ella dándome un beso sonoro en la mejilla.
 - Muchas gracias, te quiero- dije emocionada sintiéndome querida.

Nadie me decía a dónde íbamos, todos estaban callados por el camino y cuando llegamos no me lo podía creer, íbamos a pasar el día en la finca de Elena.
Nos lo pasamos genial, reímos, jugamos a las cartas, al Twister y al final cuando Elena sacó la tarta no me lo podía creer. Era una tarta de dos pisos y en el piso de arriba había hecho un collage con mi foto con Justin y algunas que habían sacado los paparazzis estando juntos.
Volvimos a casa a las ocho de la tarde, ya estaba empezando a oscurecer, mi madre nos dejó en mi casa y ella se fue a casa de Elena porque ahora tocaba la "reunión" que había preparado mi amiga.
En casa estaban los amigos más cercanos que tenía, todos me saludaron con abrazos y dejando los regalos en la mesa del salón. Habían traído alcohol, aperitivos y habían puesto música. Me lo estaba pasando realmente bien, no quería que se acabara la noche.

 - Eli, tenemos que irnos- dijo Elena cogiéndome del brazo.
 - ¿Irnos, a dónde?- pregunté confusa.
 - Tengo que enseñarte mi sorpresa- dijo ella sacándome de casa.
 - Pero yo pensaba que esto era tu sorpresa- dije más confusa todavía.
 - No cariño, esto lo ha organizado tu madre y Andrea, por eso estaba todo el rato con el móvil. Ahora toca mi sorpresa y espero que te haga ilusión- dijo ella andando por mi calle.
 - ¿Adónde vamos?- la pregunté.
 - No te lo puedo decir- dijo sacando un pañuelo de su bolsillo.- Tienes que vendarte los ojos.
 - Mmmm... está bien- dije sin estar muy convencida.

Estuvimos andando poco rato hasta que ella se paró y oí como sacaba su Iphone del bolsillo y llamaba a alguien. Escuché como alguien salía de un coche cercano a nosotras, empezó a cantar "Happy Birthday", al principio no pude reconocer la voz, pero luego supe perfectamente quién era.
Me quité rápido el pañuelo y miré a mi alrededor buscando esos ojos color miel.

 - ¡Juuustttinn!- grité corriendo hacia él.
 - Eli, ¡feliz cumpleaños!- dijo abrazándome fuerte acercándome a él.
 - No me lo puedo creer, estás aquí, en mi cumpleaños- dije sin poder creer lo que veían mis ojos.

Al momento miré a Elena y vi una enorme sonrisa en su cara.

 - Elena eres la mejor, no puedo agradecerte esto, te quiero muchísimo- dije dándole un abrazo.
 - Me basta con que estés feliz, solo quiero eso- dijo ella. - Yo os voy a dejar solos, hace mucho que no os veis y quiero que disfrutéis de la noche.
- ¿Cómo vas a volver a casa?- pregunté preocupada.
 - El coche de Justin me lleva a tu casa, todo está pensado, pasadlo bien y Justin, cuídala- dijo Elena entrando en el coche.

Miré a Justin otra vez y volví a acercarme a él abrazándolo fuerte, cogiendo con mis manos su camiseta por atrás temiendo que desapareciera de repente. Había echado de menos su aroma, la forma que encajaba perfectamente mi cuerpo con el suyo, sentir el calor que emitía su cuerpo...., pero sobre todo había echado de menos ver de cerca la sonrisa que iluminaba mi mundo.

 -¿Adónde vamos?- pregunté separándome un poco.
 - Es una sorpresa, pero está cerca- dijo cogiéndome por la cintura acercándome otra vez a él.
 - Justin, gracias por venir, eres el mejor regalo que he podido tener- dije rodeando su cintura con mi brazo.



viernes, 11 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte 4.

Día 19 de Septiembre, faltaba un día para mi cumpleaños, siempre me había gustado celebrarlo, y siempre había soñando celebrar mi decimoctavo cumpleaños a lo grande, pero ahora las cosas eran diferentes, no quería celebrar nada, solo quería encerrarme en mi cuarto o como mucho estar con Elena y Javier.
Me levanté de la cama y me di una ducha rápida. Me sequé el pelo rizandolo y me puse unos vaqueros desgastados, una sudadera donde ponía " I love your fuckin' smile" y mis Adidas negras; me puse un poco de base, rimel y un brillo de labios rojo.

Abajo me estaba esperando Elena como siempre, lucía una enorme sonrisa en su rostro, estaba con el móvil en la mano chateando con alguien.

 -¡Hey! ¿qué haces pastelito?- pregunté sentandome a su lado.
 - Oh estoy hablando con Javier- dijo ella contenta.
 - No tienes remedio, estas demasiado enamorada- dije riéndome.

Ella asintió con una gran sonrisa y cogió una fresa haciéndome una mueca graciosa para que me riera.

 - Bueno, pero si estas de muy buen humor, cariño- dijo mi madre dándome un beso en la mejilla.-Ya me ha dicho Elena que mañana montará aquí una pequeña reunión por tu cumpleaños, he echa de mi propia casa- dijo ella riendo.
 - ¿Qué reunión? yo no he montado nada- dije desconcertada
 - Bueno ya veras mañana, te tengo una sorpresa de cumpleaños- dijo dándome un beso.
 - Pero yo te dije que no quería nada- rechisté.
 - Mmmm... ya es tarde, lo siento- dijo ella levantándose para irse al salón.

No entendía nada, sé que estaba preocupada por mí, pero le dije que no quería nada y ella como siempre organizaba cosas sin preguntarme, sé que lo hace por mi bien, siempre que había montado algo me lo pasaba genial, pero realmente no tenía ganas de fiestas o "reuniones" como lo llamaba ella.

Mi madre nos llevó a la parada del autobús, era la primera vez que íbamos a ir en él desde la pelea con Eric, estaba nerviosa y Elena lo notaba.

 - Eh tranquila, ya verás como no pasa nada- dijo ella tranquilizándome con un abrazo.

Nos subimos dentro y vi como todos nos miraban, odiaba que la gente me mirara fijamente y eso era justamente lo que hacían todos ahora mismo. Nos sentamos en la última fila como siempre y me puse a mirar por la ventana.

 - Eli, ¿cómo estas?- preguntó Irene dándose la vuelta para mirarme,
 - Oh, estoy bien, ¿y tú? ¿cómo te han ido las vacaciones?- pregunté intentando ser amable. Irene era una chica de mi clase, no había tenido mucho contacto con ella, pero se la veía muy buena chica, Elena siempre hablaba con ella entre clase y clase y siempre la veía con una gran sonrisa en la boca.
 - Oh genial, fuimos con mis padres a Roma y me encantó, ¿y a ti cómo te han ido?- dijo ella mostrándome su hermosa sonrisa.
 - ¿Las mías? mejor de los que esperaba, he estado en muchos sitios- dije sonriendo mostrándola una sonrisa sincera.
 - Me alegro mucho, yo te quería decir una cosa. No le hagas caso a Eric, sabes que es muy tonto a veces, supongo que no se dio cuenta de lo que hizo el otro día- dijo ella seria.
 - Oh bueno, no quiero hablar de ese tema, me molestó mucho, pero no pasa nada, somos personas al fin y al cabo- dije quitándole importancia al asunto.
 - Vale, pero sabes que si pasa algo siempre puedes hablar conmigo, estoy para lo que necesites- dijo ella apretando mi mano.
 - Lo sé y muchas gracias, eres un amor- dije sonriendo con una gran sonrisa.

Irene se volvió a dar la vuelta y seguí mirando la ventana, realmente quería pensar que Eric no lo hizo a malas, pero le conocía lo bastante bien y sabía que lo había hecho a posta, no debió meterse en cosas ajenas.

La mañana pasó tranquila, ya casi no había paparazzis fuera del instituto, intenté volver a la rutina, hablaba con casi todos los chicos de clase, realmente necesitaba olvidar todo.
Por la tarde estuve en casa de Elena hablando de cosas absurdas y sin sentido tumbadas en la cama mirando fotos de chicos en Instagram.

          ELENA

Eli estaba de muy buen humor, se la veía contenta, sabía que aún había demonios en su cabeza, pero como siempre no lo mostraba en público, ni siquiera a mí que la conocía casi como la palma de mi mano. Se fue a casa y yo seguí tumbada en la cama pensando en la sorpresa que la esperaba. Sentí como mi Iphone empezaba a vibrar.

 -¿Sí?
 - Hola, soy yo, ya tengo todo preparado para mañana, estaré en Los Angeles por la tarde.
 - ¿En serio? perfecto, Eli se va a alegrar mucho al verte.
 - Espero que al verme le haga olvidar un poco todo lo que ha pasado en los últimos días.

Después de hablar con mi sorpresa decidí irme a la cama, estaba cansada y mañana me espera un día muy largo, me tenía que levantar temprano para ir a por la tarta personalizada que le había hecho a Eli, tenía dos pisos y el primero tenía algunas fotos elegidas por mí, estaba segura que le encantaría.



jueves, 10 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte 3.

Las siete de la mañana, no había dormido nada, no debaja de leer el último mensaje que me había puesto Justin, ¿qué quería decir con eso?

       Justin: te lo dije Elizabeth, te dije que al traspasar la puerta todo cambiaría, me dijiste que estabas                            preparada para seguir adelante, ¿quieres volver conmigo? aquí podré protegerte.

Hoy no tenía clase, bueno en teoría sí, pero solo iba a ir para estar toda la mañana en la aula de castigados, para "pensar" en mis actos del día anterior.
Sentí como la puerta se abría poco a poco y Elena entraba en ella intentando hacer el menor ruido.

 -Eli... vamos levanta- sentí como me daba un beso en la mejilla y yo sonreí sin poder evitarlo.
 - Buenos días pastelito, ¿qué tal?- respondí con una gran sonrisa en la cara.
 - Oh estabas despierta y te has hecho la dormida - dijo fingiendo ofenderse mientras se le escapaba una sonrisa. - Vamos prepárate, te espero abajo- dijo volviéndome a dar un beso.

Salí de la cama y antes de entrar en el baño decidí responder a Justin.

       Yo: por querer quiero, pero no puedo dejar esto, esta es mi vida Justin y tengo que afrontar mis actos,                te echo de menos y echo de menos el tiempo que pasaba contigo, espero verte pronto. XO

Al salir de la ducha me puse unos shorts negros y una camiseta de manga corta color rosa chicle, me hice un moño y me puse mis Vans negras.
Bajé y mi madre estaba hablando por teléfono otra vez.

 -¿Con quién esta hablando? - pregunté mirando a Elena.
 - No lo se, me ha abierto la puerta con el móvil en la oreja, puede que tenga novio- dijo Elena moviendo los hombros despreocupada.
 - Puede... bueno, ¿qué más da?- dije cogiendo una manzana roja y mordiéndola sin ganas.
 - Eli, ¿estás bien? te noto rara- dijo Elena preocupada.
 - Sí, dentro de lo que cabe estoy bien, simplemente no me esperaba lo que pasó ayer y echo de menos a Justin- dije encogiéndome de hombros intentando sonar despreocupada.

Nos sentamos en el sofá y pusimos MTV, mi madre llegó al rato con una gran sonrisa en los labios.

 - Chicas hoy os llevo yo a clase, no quiero que paséis un mal rato en el bus con ese chico- dijo cogiendo las llaves del coche.
 - Mamá da igual, en serio, podemos coger el bus- dije intentando convencerla.
 - Elizabeth, no voy a permitir que llegues a casa llorando cada día, no-dijo mirándome seriamente.
 - Pero..- dije siendo interrumpida.
 - Pero nada, vamos, no quiero que lleguéis tarde- dijo dirigiéndose a la puerta.

Al final accedimos y mi madre nos llevo al instituto, aún había paparazzis y cuando bajamos del coche todo el mundo empezó a mirarnos. Habían salido fotos de Elena con Justin también, todos nos miraban extrañados como si fuéramos extraterrestres. Me puse mis gafas de sol, cogí a Elena por el brazo y seguimos adelante sin hacerle caso a nadie. Al entrar me encontré en el pasillo apoyado en una pared a Eric.

 - Eh cereza, ¿qué tal va eso de estar castigada?- preguntó intentado hacerse el interesante delante de todos.

No contesté, lo único que hice fue enseñarle mi dedo corazón y seguir adelante.
La mañana se pasó rápido, estuve todo el rato escribiendo con Justin, no parábamos de hablar y realmente eso me alegraba, pero a la vez me entestecía el hecho no poder estar cerca de él y eso Elena lo sabía aunque no comentara nada sobre ese asunto.
Mi madre vino a buscarnos y nos llevó a casa de Elena para pasar ahí la tarde. Se notaba como Javier y Elena querían entretenerme para que no pensara en lo que había pasado las últimas semanas, pero sabían que no podían hacer nada para alegrarme o al menos eso pensaba yo.

Pasaron los días, mi castigo acabó empece de nuevo las clases, Eric y yo nos ignorábamos, bueno se podría decir que yo ignoraba a toda la clase, no tenía ganas de hablar con nadie y menos con esa gente que solo se interesaba por saber la verdad sobre el nuevo cotilleo del instituto.
Salimos de clase esperando a mi madre.

 - Ehh, en dos días es tu cumpleaños, dieciocho años, ¿qué piensas preparar?- dijo Elena emocionada.
 - La verdad es que no tengo ganas de nada Elena- dije subiendo los hombros.
 - Oh vamos es tu decimoctavo cumpleaños, puede que te tenga preparada una sorpresa, siempre que quieras- dijo pellizcándome uno de mis mofletes.

Deje el tema pasar, no quería ganas de fiesta, llevamos a casa a Elena y me metí en mi cuarto nada más llegar a casa.

          ELENA:

Sabía que Eli no estaba bien, lo notaba en su cara aunque ella intentará hacerme creer que todo estaba bien, no podía ver así a mi amiga y solo había una manera de ayudarla, tenía que intentarlo, lo estaba pasando mal por Justin, por los rumores, todo le había llegado de la nada y sabía que tenía miedo a enfrentarse a ellos. Lo único que quería verla feliz.
Cogí mi móvil y llame a la única persona que podía ayudarla en estos momentos.

 -Sí?
 - ¡Hola! soy Elena, ¿qué tal?
 - Bien y ¿tú?
 - Yo estoy bien, necesito pedirte un favor enorme y creo que eres la única persona que puede ayudarme en estos momentos.
 - Dime, ¿qué pasa?
 - Es Eli, esta mal, creo que te necesita, tú estas lejos ahora mismo y creo que la animaría verte.



viernes, 4 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte 2.

 - Elena, qué coño hacen aquí? no me lo puedo creer- dije mirando por la ventana.
 - Eli, ¿qué pasa que te has vuelto famosa por follarte a Justin Bieber? - dijo un chico de mi clase intentando ser gracioso, cuando esto no era ningún juego y no era para nada graciso.
 - Oh, Eric cierra la puta boca y métete en tus asuntos y no hables de lo que no sabes- dije gritándole.
 - Elizabeth tranquilízate no le hagas caso a ese idiota, no te van a reconocer, tranquila- dijo Elena pasando su mano por mi hombro.

Elena me dejó su sudadera y me puse la capucha antes de salir del autobús, por lo visto no me habían reconocido, genial, todo iba sobre ruedas hasta que escuché al chico que odiaría por el resto de mis días.

 -Chicos si buscáis a Elizabeth está ahí, con la chica rubia, es esa, la de la capucha- dijo Eric señalándome.
 - ¡Mierda!- grité.

Sentí como se acercaban corriendo; haciéndome preguntas y fotos. "¿estas con Justin Bieber?, ¿desde cuando tienes una relación con Justin? ¿has mantenido relaciones sexuales con él?". Eran las preguntas que resonaban en mi cabeza sin parar y entonces me acordé de las palabras que me dijo Justin y entonces entendí el porque razón me lo dijo. Esto acababa de empezar y sinceramente ahora no me hacía ninguna gracia esta situación.

Entramos corriendo a los pasillos y los paparazzis se pararon en la puerta, no podían pasar, me había salvado, al menos por esta vez, ¿qué hacían ahí? yo no soy alguien importante para que me estuvieran esperando, no entendía nada.

 - Elena te juro que voy a matar al tonto del culo de Eric- dije enfadada llena de rabia dando un golpe contra una taquilla.
 - No, no vas a hacer nada, tranquilízate, no le des el lujo de que te vea que estas así- dijo Elena mirándome fijamente dándome un abrazo.
Entramos en clase y todas las cabezas de los que había dentro se voltearon para mirarme y entonces en una esquina le vi, mi mirada echaba chispas, se estaba riendo de algo con Albert, pero me importaba una puta mierda, esto no se iba a quedar así, no me podía creer que hubiera actuado de esa manera tan infantil.

 - Tú sabandija,¿quién te crees que eres, te crees guay o algo?- grité acercándome a él.
 - Ehh cerecita relájate, solo era una broma - dijo levantando las manos con gesto de disculpa.
 - ¿Broma, a ti esto te parece una broma? porque a mí no- le dije acercándome más y más a él llena de rabia.
 - ¿Qué pasa, qué Bieber no te ha follado tal y como tú querías?- dijo riéndose mirando a todos los chicos de clase.

Y ahí fue cuando la rabia me cegó y lo último que recuerdo fue un dolor en mi mano después de pegarle en la cara, el profesor cogiéndome por atrás y llevándome al despacho del director y yo llena de rabia discutiendo con todos.
Me iban a expulsar tres días de las clases, mi madre me iba a matar, no me podía creer que esto me pasara a mí. Salí del instituto con la sudadera de Elena y la capucha puesta, había aún paparazzis, no me importaba, me monté en el taxi que había llamado y me fui a casa.
Mi madre me esperaba sentada en la cocina con una cara de pocos amigos, ahora mismo no necesitaba una bronca, ahora mismo necesitaba su apoyo, no pude aguantar más, mis lágrimas cayeron por mis mejillas y su cara se suavizó abriendo sus brazos para abrazarme.

Me tranquilicé y le conté todo a mi madre, todo lo que había pasado con Justin en el hotel, todo lo que casi pasa con él y lo que pasó hoy en el instituto. No quería ocultarla nada, necesitaba su apoyo y para tener ese apoyo tenía que contarla toda la verdad. No me entendió del todo, no asimilaba las recientes cosas que le había contado, pero intento apoyarme de la mejor forma que podía en ese momento.
Subí a mi cuarto y me miré en el espejo, mis ojos estaban muy hinchados de tanto llorar, mi cara estaba pálida, hacía mucho tiempo que no me veía así de mal. Cogí el móvil y me tumbé en la cama intentando relajarme un poco, tenía dos mensajes el primero era de Elena.

       Pastelwoman: ¿cómo estas, todo bien en casa?
                      Yo: le he contado todo a mi madre, estoy bien, mañana hablamos que tengo sueño, ven a                                   casa cuando te levantes. xoxo
       Pastelwoman: Vale, mañana nos vemos y hablamos, te quiero xo.
                      Yo: Buenas noches, yo también te quiero, gracias por todo. XOXO

El otro mensaje era de la persona que menos esperaba, había guardado su número los últimos días, pero a estas alturas había mirado tanto su número que ya me lo sabía de memoria.

       Justin: hola, espero que ya hayas guardado mi número :) ¿cómo te van las cosas volviendo a tu vida                        normal? aquí todos os echamos mucho de menos, X

¿Mi vida normal? mi vida había dejado de ser normal desde el momento en que decidí seguir adelante con esto, entonces  recordé otra vez esas palabras que salieron de su boca, recordaba cada palabra, "una vez que salgas por esa puerta tu mundo va a cambiar, quieras o no, para bien o para mal, pero va a cambiar y no podrás hacer nada para evitarlo, quiero que tengas eso en mente, Eli".

       Yo: claro que tengo ya tu número guardado ;) ¿mi vida normal? si con eso te refieres a encontrarme el                primer día de clase a paparazzis esperándome en la puerta del instituto, pues no va muy bien que                  digamos, yo también te echo de menos.. XO

Me arropé con las sabanas que había en mi cama y me puse los cascos, la música era lo único que podía hacerme relajar en momentos extremos y este era uno de ellos, sentí como mis ojos se cerraban escuchando "Be alright" y como vibraba el móvil dejando un mensaje de la persona causante de mis alegrías y desgracias.

miércoles, 2 de abril de 2014

Capítulo 3. Parte 1.

Dormí durante todo el camino, no tenía ganas de hablar, realmente no tenía ganas de hacer nada, estaba exhausta del viaje.
Cuando llegamos a casa fui directamente a mi habitación, cogí el portátil y puse la primera lista de reproducciones de mi cuenta de Youtube, se llamaba "Deprimente" así que os podéis imaginar lo mal que estaba. Me tumbé en la cama y cerré los ojos dejando caer las lágrimas por mis mejillas, recordando todos los momentos pasados con Justin y Elena hasta que mi cansancio pudo conmigo y me dormí de nuevo.

El sol me cegó por la mañana, no había corrido las cortinas, ni siquiera me había dado cuenta cuando me dormí, me levanté de la cama y miré mi móvil. Tenía un montón de notificaciones, Beliebers insultándome, supongo que ya debería acostumbrarme a eso; algunas apoyándome, por haber cumplido mi sueño, pero un tweet me llamó la atención, un tweet que no me esperaba para nada.

       Vía Twitter @justinbieber: echaré de menos a estas dos señoritas @J_heeleen_B y @biibii_lokaaxti

Un sonrisa salió en mi rostro y bajé a la cocina, olía a tortitas, mi madre estaba hablando por teléfono cuando llegué a la cocina. No tenía ganas de comer por lo que decidí irme al salón, me senté en el sofá y encendí MTV para ver si daban algo interesante.
No estaba atenta a ella, solo mantenía la vista fija en la gran pantalla cuando una imagen  llamó mi atención, era yo, una foto mía, rápidamente cogí el mando y subí el volumen de la televisión. "Tenemos nuevas noticias, el cantante Justin Bieber ha sido visto varias veces con esta joven señorita, su nombre es Elizabeth y por lo que vemos en las fotos no son simples amigos. El cantante fue visto recogiéndola del aeropuerto y desde entonces se han echo inseparables, tenemos noticas que la chica volvió a su casa de Los Angeles, ¿será esta la nueva novia de Justin después de su ruptura con la actriz/cantante Selena Gomez?". Mi mirada seguía fija en la pantalla cuando vi aparecer fotos nuestras con Justin abrazados, hablando, riendo... no me lo podía creer, esto no me podía estar pasando a mí, mi boca seguía abierta del shock y rápidamente fui a coger mi móvil de mi cuarto para llamar a la única persona que podía escucharme en este momento.

 -Sí?
 - Elena, ¿has visto las noticias de MTV?
 - Mmmm.. no, ¿por qué?
 - Acabo de salir por ella, acaban de pasar fotos nuestras y están diciendo que posiblemente estemos saliendo, me cago en la p*ta, Elena.
 - ¿Qué? ¿qué han dicho qué? 
 - Te lo juro, no sé que hacer.
 - No hagas nada Eli, no puedes hacer nada, además mañana empezamos las clases, hemos vuelto a nuestra vida normal, intenta olvidar los rumores y céntrate en que este es tu último año en el instituto.
 - Esta bien, intentaré no pensar, mañana nos vemos Elena, voy a intentar descansar, te quiero.

Me tumbé en mi cama y me pasé el día viendo series en internet y intentando relajarme, no entré en ninguna red social, tenía miedo a ver lo que ponían, mañana empezaba las clases, tenía que volver a pensar en la vida que tenía antes de conocer a Justin, tenía que centrarme en lo que era mi vida antes.

 - Buenos días dormilona- me dijo una voz susurrándome al oído.
 - Mmm.. buenos días- dije abriendo los ojos poco a poco.
 - Venga cereza levanta, que vas a llegar tarde- dijo Elena desarropándome.
 - ¡Ay! Elena que agobio, es el primer día de clase y ya me estas agobiando- dije molesta.
 - Te espero abajo, cuando hayas bajado un poco esos humos, me hablas, ¿ok?- dijo saliendo del cuarto molesta.

Salí del cuarto, me tomé una ducha rápida y me vestí con unas mayas color azul eléctrico y una camiseta de tirantes blanca con letras en negro "Bad day". Bajé abajo y miré a Elena con una mirada de disculpa y la abracé por detrás.

 - Oh lo siento, sabes que tengo mal despertar- dije haciendo pucheros en su hombro.
 - Está bien, pero porque no me puedo enfadar con esa cara de niña de pena que me pones- dijo riendo.

Desayunamos y mi madre nos llevó a la parada de autobuses para coger el bus del instituto. Noté que algunos me miraban raro, pero yo no le di importancia, la verdad es que me daba igual, nos sentamos atrás y nos pusimos a escuchar música compartiendo los auriculares. Cerré los ojos dejándome llevar por la música cuando Elena soltó un grito de asombro.
 - ¿Qué pasa? - pregunté asustada.
 - Elizabeth Collins, mira por la ventana y dime que ves lo mismo que yo- dijo señalando nuestro instituto.

Y sí, para mi desgracia veía lo mismo que Elena, todas las miradas se pusieron fijas en mí y maldije para mis adentros. No sabía que estaba pasando y porque estaba esa gente ahí, pero pensé rápido y comprendí todo.
 - Oh mierda- solté.