"No quiero que te vayas, quédate aquí conmigo, vive en mi mundo."
Me desperté con esas palabras en la mente, era lo último que me había dicho Justin ayer antes de irnos a la cama. Había venido a mi cuarto después de cenar para hablar, aún podía sentir sus palabras en mi oído y su suave y lento beso en mis labios.
" - No Justin... no me beses por favor- dije con una voz leve y sin fuerzas.
- Sabes que esto lo queremos los dos, déjame hacerlo- susurró en mi oído.
En ese momento sentí como sus labios rozaban los míos. Dejé que su lengua entrara en mi boca jugando con ella, besaba demasiado bien, no podía parar, necesitaba más de aquel beso, le necesitaba a él. Nos separamos con la respiración entrecortada y me dio un suave beso en la frente.
- Buenas noches nena, nos vemos mañana- dijo saliendo del cuarto sonriendo.
- Buenas noches...- dije sin palabras."
Recordé ese momento cuando me estaba duchando y no pude contener la enorme sonrisa que salió de mi rostro. Salí de la ducha, me sequé el pelo dejándolo completamente liso, me puse base, un poco de rimel en mis pestañas y brillo de labios rosa. Me vestí con una camiseta de tirantes negra con las palabras "F*CK U BITCH" en blanco y unos shorts blancos rotos por los bolsillos.
Escuché mi móvil sonar en la mesilla de noche.
- ¿Sí?
- Eli estamos abajo en el hall, vamos a salir todos por última vez antes de irnos.
- Oh esta bien Javi, en cinco minutos estoy abajo.
Me puse mis Vans negras y mis gafas de sol. Salí del cuarto y sentí como alguien venía detrás de mi.
- ¡Hey! - dije sonriendo a Justin.
- Hola Eli, ¿cómo estás hoy?- pregunto dándome un beso en la mejilla.
- Genial, pero triste, mañana ya nos vamos- dije haciendo un puchero mirándole a los ojos.
- Es cierto, de eso quería hablarte, pero más tarde cuando volvamos- dijo entrando en el ascensor detrás de mí.
Salimos y vimos como todos nos estaban esperando, mi madre me miró seriamente. No habíamos hablado casi nada desde que estábamos aquí, ella siempre estaba con Kenny y yo estaba siempre con Justin, Ryan o Fredo, no podíamos coincidir y supongo que eso la molestaba, pero intenté dejarlo pasar.
Nuestro paseo fue increíble, fuimos a un zoo y yo estaba encantada viendo los animales. Entramos en una sala y vimos a bebés oso. Me apoyé en la valla y me di cuenta de que Justin estaba entrando.
- Eh, ¿qué haces? No puedes entrar ahí- dije alarmada mirando a Justin.
- Oh nena yo si puedo, soy Justin Bieber, venga entra, he hablado con la mujer y no nos harán nada- dijo acariciando el oso.
Después del zoo fuimos a cenar y todos nos pusimos emotivos, iba a echar de menos esa gente, eran tan buenas personas, cada una especial a su manera, se veía que amaban trabajar en este mundo.
Al llegar al hotel estábamos todos muy cansados, no teníamos ganas de hablar, mañana nuestro vuelo saldría a las dos del mediodía y todos queríamos descansar.
Mi madre entró primera a la habitación dándome un beso de buenas noches y luego Elena me abrazó, entrando con Javier en su cuarto. Me dispuse a entrar en mi habitación cuando una mano agarró la mía y me encontré con unos ojos color marrón miel mirándome muy fijamente.
- Ven esta noche conmigo- dijo Justin en un susurro.
- Mmm... está bien- dije eclipsada por su mirada.