martes, 6 de mayo de 2014

Capítulo 3. Parte 10.

Primera parte:

Todo mi atención fue a la conversación de Justin con Scooter, necesitaba saber el qué estaban hablando y el por qué de mí.
 
 - Mmm... ha sido más que sexo Scooter- escuché decir a Justin.
 - ¿Estás seguro de esto chico? la última vez que confiaste en una chica no acabó muy bien- dijo Scooter con un todo demasiado serio.
 - Lo sé, pero no puedo estar toda la vida lamentando mi pasado con Selena- dijo Justin.

Al escuchar el nombre de Selena salir por la boca de Justin noté como aún lo pronunciaba con dolor, sabía que aún no lo había superado, se le notaba en la nueva vida que había empezado a tener, en las nuevas compañías que tenía, en las fotos casi nunca sonreía, se notaba que Selena fue importante para él, demasiado.

 - Bueno tú sabrás chico, espero no verte sufrir de nuevo, no fue fácil para nadie ver tu dolor- dijo Scooter.
 - Lo sé y os agradezco el apoyo moral que me disteis, pero ahora eso es pasado, quiero intentar tener un futuro con Elisabeth.

Al escuchar eso mi corazón empezó a latir alocadamente, se podía escuchar desde el otro lado de la habitación, no me podía creer que Justin hubiera dicho eso.
Vi como entraban al salón. Justin se sentó a mi lado poniendo su mano en mi pierna y Scooter en el sofá de al lado mirando la mano de Justin.
 
 - Eli, ¿qué tal estas?- preguntó Scooter intentando ser amable.
 - Mmmm... creo que bien, todo esta genial en mi vida- dije sacando una sonrisa tonta recordando las noches pasadas con Justin.
 - Se te ve feliz, ¿estás enamorada?- dije Scooter irónicamente.

En ese momento Justin se atragantó y apretó con fuerza mi pierna, mi respiración se acelero, no sabía que contestar.

 - ¿Enamorada? esa es la única palabra a la que le tengo miedo, no, no lo estoy Scooter- dije seria.

Pasaron dos horas, Scooter al final se fue a su hotel, Justin tenía que irse en media hora y realmente no quería que pasara eso. Me lo había pasado genial estos días, estaba viviendo en un cuento hecho realidad, ¿por qué tenía que acabarse tan rápido?

 - Nena, te quiero pedir una cosa- dijo Justin abrazándome por detrás.
 - Dime- dije con la respiración entrecortada.
 - El próximo sábado hay una fiesta a la que estoy invitado y quiero que vengas conmigo- dijo Justin dándome un beso en la mejilla.
 - ¿Una fiesta, dónde?- dije llena de curiosidad.
 - En Miami- dijo rozando su nariz en mi cuello.
 - Mmm eso está lejos, tengo que comprar el billete y todo eso- dije confusa por su propuesta.
 - Nena te estoy pidiendo que vayas conmigo a la fiesta, el que tú llegues ahí es cosa mía- dijo dejando un beso en mi clavícula.- Recuerda que soy Justin Bieber y tengo el mundo a mis pies, solo dime que vendrás y todo estará a tu disposición.
 - Está bien iré, haría cualquier cosa por pasar tiempo a tu lado- dije con la respiración entrecortada.
 - Así me gusta- dijo dándome la vuelta despacio y dejando un suave beso en mis labios. - Me tengo que ir, ¿hablamos cuándo llegue a mi nuevo destino?
 - Está bien- dije aún recuperándome del beso.

Salimos de la casa y para mi sorpresa había paparazzis, ¿cómo sabían que estábamos aquí? no entendía nada. Fuera había dos coches, uno para mí y otro para Justin. Al llegar a mi coche abrí la puerta para entrar cuando sentí una mano rodeando mi brazo, volteándome y dándome un suave y lento beso en los labios. Iba a echar de menos sus caricias, la forma en la que me hacía el amor y sobre todo iba a echar de menos su sonrisa. Justin me miró por última vez y dejo un casto beso antes de marcharse a su coche.
Definitivamente ahí era la prueba que buscaban los paparazzis, era la nueva chica de Justin para los medios sociales.

Llegué a casa, tenía miedo de qué iba a decir mi madre, me había estado llamando y yo la había estado ignorando todo el rato, ahora me sentía mal, pero quería desconectar de todo. 
Me encontré a Andrea sentada en las escaleras mirándome con una sonrisa de victoria en los labios, mi madre haciendo algo en la cocina y escuché a Elena con Javier en el salón viendo la televisión. 

 - Hola, ya estoy en casa- dije dejando las llaves en la mesilla del pasillo.
 - No me digas, pensaba que era un reflejo, ¿cómo esta la nueva novia oficial de Justin?- dijo Andrea levantándose de las escaleras.
 - ¿Qué? no sé de que me estas hablando - dije haciéndome la loca.
 - Oh vamos, acabas de salir en MTV, Justin metiéndote la lengua hasta la traquea, ¿en serio esperabas que no lo íbamos a ver?- dijo mi hermana elevando el tono de voz.
 - No sé porque estas enfadada, pero si es por Justin vete olvidando de darme una charla, no tengo ganas de escuchar tonterías Andrea- dije enfadada.
 - No te voy a dar una charla, pero mamá está preocupada de que te vuelvas una diva y Elena esta dando saltitos por toda la casa cada cinco minutos, ha llegado hace dos horas buscándote y cuando vio la noticia se puso a gritar como una loca y cuando fuimos a ver que pasaba eras tú dándote el lote con el niñato- dijo Andrea haciéndome un leve resumen.
 - Creía que te caía bien- dije confusa.
 - Y me cae bien, pero es un niñato- dijo riéndose. 


Segunda parte: 

Habían pasado varios días desde que me había despedido de Justin. Las cosas estaban empezando a ir bien, hablábamos a todas horas y cuando no lo hacíamos yo estaba pensando en él. 
Faltaba poco para que el coche de Justin viniera a recogerme para llevarme al aeropuerto. Mi maleta estaba preparada desde hace dos noches, mi madre en la planta de abajo nerviosa por dejarme ir sola y Elena estaba igual de nerviosa, pero porque significaba pasar tiempo a solas con Justin, le había contado mi última noche con él, todos los detalles y tenía mono de "sexo con el señor Bieber". Escuché a un coche parar enfrente de mi puerta, miré por la ventana y era un Jeep negro, el mismo con el que había ido la primera vez para ver a Justin.
Me pasé el trayecto durmiendo, no tenía ganas de hacer nada más, allí arriba no tenía internet, eso significaba que no podía hablar con Justin y eso significaba que no quería estar despierta. 
Al llegar al aeropuerto de Miami nos esperaba otro coche negro al lado del avión, no me esperaba a nadie dentro del coche cuando para mi sorpresa ahí estaba el chico por el que suspiraba cada noche antes de irme a dormir, el chico del que vivía por y para él y sobre todo el chico que me había enseñado a que todos los sueños se pueden hacer realidad.

 - ¡Justin!- grité abrazándole sentada como podía.
 - Eh pequeña tranquila, me vas a ahogar- dijo Justin dándome un rápido beso. - ¿Cómo estas?
 - Ahora estoy bien, te he echado de menos- dije acomodándome entre su pecho.
 - Ya lo noto, me gusta que la gente me salude así, deberían implantar una nueva ley. - dijo riéndose de mí.
 - Oh, eres tonto, pues ya no te quiero abrazar- dije haciendo una exagerada mueca de dolor.
 - Pequeña era una broma, yo también me alegro de verte - dijo levantando mi barbilla mirándome de la forma más sexy posible.

Entramos al hotel por el parking subterráneo y nada más llegar a la habitación me tumbé sofocando. 

 - Estoy muy cansada, ¿qué hora es?- pregunté buscando mi Xperia por el bolso.
 - Son las seis menos cuarto, a las siete y media tenemos que estar ahí, creo que deberías empezar a prepararte - dijo Justin mirando su reloj o mejor dicho relojes.
 - ¿Llevas tres relojes? definitivamente no eres normal- dije riéndome de él.
 - ¿Ya empezamos? que si cocino mal, que si no soy normal, eres una antipática- dijo haciendo una mueca.
 - Oh vamos sabes que lo hago de broma- dije acercándome a él para darle un suave beso en los labios. - Me voy a vestir, pero no quiero que veas lo que voy a llevar.
 - Oh bueno no pasa nada, he alquilado dos habitaciones por si no querías compartir el cuarto conmigo, me voy a tu cuarto y ya está- dijo dirigiéndose a la puerta.
 - No te voy a echar de tu cuarto, mejor me voy yo, además creo que ahí han dejado mi maleta, ¿dónde es?- pregunté a Justin.
 - Al lado, la de la derecha, ¿estas segura que quieres irte?- preguntó.
 - Sí Justin- dije dándole un casto beso.

Entré en mi cuarto y cierto, ahí estaba mi maleta, me dirigí a ella, la abrí y busqué el vestido con el que iría esta noche. Era un vestido negro de palabra de honor, largo hasta las rodillas y por atrás con corset. Mi tacones negros con tirantes plateados estaban al fondo de la maleta. Busqué mi quit de maquillaje y empecé a prepararme. Al acabar me miré a espejo, estaba guapa, mis tirabuzones estaban perfectos, mi maquillaje difuminado iba acorde con el vestido y mis tacones no me hacían demasiado alta.
Llamé a la puerta de Justin, cuando la abrió me quedé sin palabras, iba vestido todo de blanco, llevaba unas gafas de sol puestas y el pelo peinado a la perfección, como siempre.

 - Wow nena estás preciosa- dijo dándome vueltas con la mano haciéndome reír.
 - Tú también estas guapísimo, gracias por el cumplido- dije acercándome para darle un suave beso en los labios para no mancharle con mi pintalabios rojo.
 - De nada, solo digo la verdad- dijo volviendo a besarme.
 - Por cierto Justin, ¿de quién es la fiesta?- pregunté curiosa.
 - Mmm... de Selena- dijo pronunciando la última palabra demasiado bajo para poder escucharla.
 - ¿De quién? no he escuchado bien- volví a preguntar.
 - Selena, de Selena, vamos a ir a una fiesta de Selena- dijo nervioso.
 - ¿Qué, Selena, tú Selena, Selena Gómez?- dije casi chillando.
 

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